h) La participación de la comunidad educativa.La participación oficial se concreta en el Consejo Escolar, órgano colegiado donde están presentes todos los sectores de la comunidad educativa. Y las estadísticas de los Informes anuales del Consejo Escolar del Estado indican que la participación no es muy importante, a tenor de las pocas reuniones que se hacen ( una media de 4/5 reuniones al año y principalmente a principio y final de curso cuando hay que aprobar las programaciones o las memorias) y el poco tiempo que se dedica a cada una ( una media de hora y media de reunión). Veamos a continuación algunos comentarios y actitudes frecuentes sobre la participación procedentes de los distintos sectores de la comunidad educativa: Profesores:
Padres:
Alumnos:
Tipología de dirección El tipo de liderazgo es fundamental para que un centro funcione de forma coordinada y eficiente. No quiere esto decir que hay un estilo de dirección que funcione, pero es cierto que algunos estilos de dirección no sirven para el buen funcionamiento del centro. EL QUE CREE EN LA EDUCACIÓN: Este siempre se presenta, por supuesto. Quiere lo mejor para el centro y está dispuesto a trabajar por ello. Afortunadamente hay bastantes. EL COMODÓN: Busca la dirección para dar pocas horas de clase, pero no quiere complicarse la vida. Con él se suele funcionar por inercia. EL TRAMPOLÍN POLÍTICO: Actualmente en retroceso. Hace algunos años era más frecuente. Suele ser un buen líder, pero como su objetivo no es en realidad el centro, una vez que se ha aprovechado del trabajo de todos y ha demostrado su eficacia abandona la nave no dejando siempre un equipo sólido detrás. EL MANTENEDOR DEL STATUS: Apoyado por el sector más inmovilista del claustro busca que no se mueva nada en el centro para que nadie se moleste. Puede ser eficaz en algunos casos, pero a la larga su negativa a evolucionar acarrea conflictos. EL PESETERO: se mueve por el complemento económico. Hay más de lo que parece aunque dicho complemento no sea precisamente generoso. No tiende a complicarse. Una vez alcanzada la dirección, los directores suelen presentar tres perfiles característicos: AUTOCRÁTICO Este último prolifera mucho ya que a veces el apoyo a un director está condicionado a que "deje trabajar a cada uno a su aire" y no moleste: esta actitud perjudica al profesorado motivado. En el siguiente cuadro se exponen las características de estos tres estilos de dirección:
La opción participativa en el funcionamiento del centro. Aunque a corto plazo puede parecer que cualquiera de las opciones de enfocar la dirección, especialmente la autocrática y la democrática, puede presentar resultados positivos, a largo plazo es evidente que en una estructura tan compleja, con tantos intereses contrapuestos pese al interés común que debe ser la educación, sólo la opción democrática y participativa puede calar en la comunidad educativa y crear un funcionamiento eficaz donde todos estén implicados en un proyecto común. Especialmente entre el profesorado, dada su alta cualificación, las órdenes terminantes sin explicaciones son mal recibidas y es necesario una ardua labor de persuasión para que acepten el trabajo en equipo. Eso no quiere decir que la opción democrática esté reñida con la firmeza, sobre todo cuando el problema no es tanto convencer para trabajar de "otra manera" sino romper con la inercia, los derechos adquiridos que perjudican a la comunidad educativa y la pereza. Para conseguir este estado participativo al menos de la mayor parte de la comunidad (siempre habrá casos perdidos ) el Director y el Equipo Directivo deben crear el clima adecuado. He aquí algunas ideas sobre cómo enfocar las relaciones entre y con los miembros de los distintos sectores del centro educativo: El funcionamiento del Equipo Directivo: Debe estar de acuerdo con la opción participativa, trabajando de forma coordinada. Hay que tener en cuenta algunas de estas ideas: Reservar dos o tres horas del horario semanal para reunirse y coordinarse, poner en común los problemas, plantear actuaciones y tomar decisiones al respecto. Aunque cada directivo debe ser responsable de su parcela, es imprescindible que todos conozcan el funcionamiento de todas las parcelas de actividad no sólo para ayudar a resolver los problemas sino para que en caso de ausencia de uno, otro pueda asumir con garantías su labor si ha de sustituirle temporalmente. Deben estar dispuestos a hablar de todo con todos. La relación con los padres: Debería basarse en la confianza y no en el recelo mutuo. Para ello es importante FACILITAR INFORMACIÓN. Para ello: Cada profesor debe tener asignada una hora semanal para recibir a los padres. La reunión de principio de curso de los tutores con los padres debe cuidarse al máximo. Conviene que estén presentes todos los profesores del grupo o nivel, aunque no es imprescindible ni viable en muchos centros. La información sobre horarios, asignaturas, evaluaciones, criterios de calificación y promoción, faltas de asistencia, etc… debe ser amplia. Para ello hay que proporcionar a los tutores toda la información tanto la común para todos como la que ellos recaben, según las características del grupo. En casos puntuales (salidas, organización de actividades extraescolares, elección de optativas, de modalidad de Bachillerato, etc,) no está de más convocar reuniones extraordinarias de padres con tutor, orientador o equipo directivo para informarles, pues los hijos a veces no transmiten la información que se les da o no prestan atención o no la entienden. Cuidar al máximo la información sobre el rendimiento escolar, enseñando a los alumnos (siempre) y a los padres (si lo piden) los trabajos realizados y corregidos y explicando los aciertos y fallos. Eso sí, también hay que dejar claro para evitar malentendidos que los contenidos y el nivel de exigencia no son competencia de padres y alumnos, sino de los profesores. La elección de los espacios donde se hagan las reuniones y/o entrevistas con los padres deben ser los adecuados para que la comunicación sea óptima: por ello hay que evitar los pasillos o la entrada y estar de pie. Incluso si el centro carece de sala de visitas, un despacho, un departamento, pueden ser sitios aceptables. En las entrevistas hay que tener claro de qué se debe hablar y de qué no. Respecto a la AMPA del centro es primordial una buena relación en la que, DEJANDO CLAROS LOS ASPECTOS QUE COMPETEN Y NO COMPETEN A LOS PADRES, se debe facilitar información sobre el centro y ser receptivo a las sugerencias que apunten, aceptando e incluso animando a su participación en actividades. Aquí es muy importante la labor del Equipo Directivo de cara al claustro, intentando conseguir una mentalidad abierta en sus miembros para que vean a los padres como colaboradores y no como enemigos evitando recelos. Respecto a los representantes en el Consejo Escolar, se debe facilitar a los representantes de los padres la legislación que les afecta para que conozcan sus funciones, así como facilitar también la relación de los representantes con los representados: no son operativos los padres que sólo se representan a sí mismos. La relación con los alumnos: Aunque parezca mentira, es la más importante y a la vez la más difícil. De la actitud del alumnado depende no sólo su aprendizaje sino su comportamiento y participación en la vida del centro. Y esa actitud va a estar en gran parte relacionada con lo que dirección y profesores les ofrezcan. Así, en un centro donde:
Por todo esto hay que fomentar ( y para ello hay que concienciar al profesorado que no esté concienciado):
Todo ello en el marco que corresponda a los alumnos, sin hurtarles competencias, pero informándoles de los límites de dicha participación. La relación con el personal no docente, debe basarse en:
Con la Administración Educativa:
Con la Inspección Educativa y otros estamentos docentes:
La relación con el Ayuntamiento:
La relación con y entre el profesorado: La hemos dejado para el final de una forma consciente, puesto que los profesores son el eje de funcionamiento de todo el centro. El Equipo Directivo debe crear un buen clima entre los profesores, pero también entre éstos y los demás sectores de la comunidad educativa: SI EL EQUIPO DIRECTIVO ES EL ÚNICO QUE SE LLEVA BIEN CON PADRES, ALUMNOS, PERSONAL NO DOCENTE, SERÁ DIFÍCIL QUE SE LLEVE BIEN CON LOS PROFESORES Y QUE ENTRE ELLOS HAYA UN BUEN AMBIENTE, Y SIN LA COLABORACIÓN DE LOS PROFESORES EL CENTRO NO PUEDE FUNCIONAR BIEN. Igualmente, si el Equipo Directivo sólo se lleva bien con los profesores, difícilmente lo hará con los otros sectores. Algunas ideas para que funcione la relación con y entre el profesorado:
Es preciso que el profesorado esté motivado. A este respecto, el profesor, como todo trabajador sumergido en un sistema productivo, será eficaz en la medida que combine dos factores: el saber: conjunto de conocimientos y experiencia necesarios para rendir en el trabajo, y el querer: motivación para hacer bien el trabajo. Veamos en el siguiente cuadro los comportamientos posibles ante la tarea:
Normalmente los trabajadores ( y por ello los profesores ) cuando entran a trabajar están en la fase 1, con la experiencia y la motivación pasan a la fase 2 y luego, si se van quemando terminan en la fase 3, excepto los que nacieron quemados que siempre se encuentran en la fase 4 durante toda su vida laboral. LA MISIÓN DEL EQUIPO DIRECTIVO ES CONSEGUIR QUE ALCANCEN LA FASE 2 Y SE QUEDEN EN ELLA EL MAYOR TIEMPO POSIBLE, a poder ser hasta la jubilación.
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